domingo, 21 de marzo de 2010

Carta -legible- de Junin Ocampo a su hija de 15 años Delia Ocampo año 1893.

Córdoba Febrero 10/1893
Mi querida Delia:
Estoy un poquito sentido con mi hija, porque no ha tenido la amabilidad de escribirme ni una sola vez siquiera. Tantas eran las diversiones que no le dejaban cinco minutos para escribirle a su papá? Bueno, ya pasó.
En cambio, he sabido con mucho gusto que habías cumplido estrictamente mis indicaciones respecto a baile .
Tu sabes, mi hijita cuales son mis razones para no querer que bailes aún. Eres todavía muy niña y sin experiencia, por una parte, y por la otra como es tan bien lo que hoy se llama la juventud dorada, que es muy poca la confianza que me inspira. Esto dicho así, por encima, fuera de otras muchas razones.
Sin embargo, mi hijita, con la autorización de Amalia, y con muy pocas y contadas personas, puedes pasear en un baile, si te encuentras, aunque mucho me temo que una vez que salgas te veras obligada a aceptar todas las invitaciones que te hagan.
Dejo a tu buen criterio y al de Amalia el conciliar no aparecer demasiado terca, ni tampoco presentarte como niña de baile.
Mucho he deseado poder hacerte una visita, pero me es absolutamente imposible.
Lo siento en el alma.
Da mis cariñosos recuerdos a Javier y Amalia y demás familia, y tú recibe un beso de tu padre.
Junin

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